lunes, 18 de noviembre de 2013

Entrevista exclusiva: Ángel Sanchez

Un Ángel, entre veintidós demonios



                             


“Un árbitro debe tener valentía y locura” 

Ángel Sanchez, ex árbitro argentino, destaca dos conceptos sobre su profesión: “en esos años (los primeros partidos que dirigió) me di cuenta que tenía el grado de valentía o locura que tiene que tener una persona para ser árbitro”, pero sobre todo lo destaca como una “superación de miedos”.




Ángel Sanchez nació el 3 de marzo de 1937, pero nunca creyó que su vida estaría ligada al fútbol, a través del arbitraje: Mi pasión por el fútbol comenzó desde chico, en aquella época el único regalo que podía tener un chico era la pelota, y uno empieza a jugar en la calle, en esa época con la de goma, la ‘pulpo’; y yendo a la cancha de Lanús, (club) del cual mi viejo y yo éramos socios”, cuenta Sanchez acerca de sus primeros acercamientos al deporte.



Cuando se le pregunta si volvería a elegir ser árbitro, su respuesta es contundente y sin preámbulos: “No, en absoluto. Elegiría ser jugador de fútbol. La pasión primera es el fútbol, y estar en un campo de juego con 22 jugadores y ser el único que no puede tocar la pelota, es horrible”.





Una pasión, inigualable:  



                                             

Sus primeros pasos los dio como jugador de Lanús en divisiones inferiores, aunque luego pasó por El Porvenir, Banfield y Temperley; pero la prioridad la tenía el estudio, y por eso fue dejando de lado a la “caprichosa” para sentarse con los libros, para poder recibirse de radiólogo, y como consecuencia afirma que “el fútbol pasó un poco a segundo plano” pero también resalta que “uno nunca deja esa pasión”.


Gracias a esa tan sana pasión, Ángel pudo ingresar en el mundo del arbitraje casualmente por un vecino, que en ese entonces era un reconocido árbitro: Juan Carlos Crespi, quien en lugar de servirle las respuestas a la curiosidad de Ángel, lo inscribió en la Escuela de Árbitros, y en el año 1980 comenzó ese largo camino para ser el “juez del fútbol”.


Para un árbitro que dirigió 397 partidos oficiales de AFA, siempre quedan recuerdos plasmados de partidos memoriosos, y para Ángel los clásicos son los que más te dejan, y recuerda su primer Boca - River en el año ’98 (empataron 0-0) como “cuando se espera a la primera novia”.

¿Qué significan los clásicos argentinos en la vida de un 
árbitro?


                         





Después del fútbol argentino, para un árbitro llegar a destacarse a nivel sudamericano es trascendental, Sanchez (Sudamericano Sub 17, Sub 20, Copa América 2001, y su primer Mundial Sub 20) no estaba completo: “el último y único objetivo que te falta a nivel internacional es el Mundial”, por eso cuando el 7 de enero le avisan que era el árbitro de la Copa del Mundo Corea Japón 2002, fueron muchas las sensaciones que pasaron por la cabeza y corazón.


“Para el periodismo o para el público nunca dirigís bien, siempre alguno se va a quejar” afirma Ángel con respecto a las críticas que recibía, pero asegura que “el respaldo y el apoyo de la familia es fundamental para un árbitro”.


El propio Ángel se encarga de repasar sus primeros pasos hacia el arbitraje:





El Museo del Angelito: una obra de amor de su esposa


Los recuerdos imborrables de su historia, en un museo.





"Los clásicos son los que más te dejan"





Partidos que nunca se van a olvidar






Por lo bueno o lo malo: un árbitro reconocido por sus compañeros, el periodismo y las hinchadas.

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