Un Ángel, entre veintidós demonios
“Un árbitro debe tener valentía y locura”
Ángel Sanchez, ex árbitro argentino, destaca dos conceptos sobre su profesión: “en esos años (los primeros partidos que dirigió) me di cuenta que tenía el grado de valentía o locura que tiene que tener una persona para ser árbitro”, pero sobre todo lo destaca como una “superación de miedos”.
Ángel Sanchez
nació el 3 de marzo de 1937, pero nunca creyó que su vida estaría ligada al
fútbol, a través del arbitraje: “Mi
pasión por el fútbol comenzó desde chico, en aquella
época el único regalo que podía tener un chico era la pelota, y uno empieza a
jugar en la calle, en esa época con la de goma, la ‘pulpo’; y yendo a la cancha
de Lanús, (club) del cual mi viejo y yo éramos socios”, cuenta Sanchez acerca de
sus primeros acercamientos al deporte.
Cuando se le pregunta si volvería a elegir ser árbitro, su respuesta es contundente y sin preámbulos: “No, en absoluto. Elegiría ser jugador de fútbol. La pasión primera es el fútbol, y estar en un campo de juego con 22 jugadores y ser el único que no puede tocar la pelota, es horrible”.
Una pasión, inigualable:
Sus primeros
pasos los dio como jugador de Lanús en divisiones inferiores, aunque luego pasó
por El Porvenir, Banfield y Temperley; pero la prioridad la tenía el estudio, y
por eso fue dejando de lado a la “caprichosa” para sentarse con los libros,
para poder recibirse de radiólogo, y como consecuencia afirma que “el fútbol
pasó un poco a segundo plano” pero también resalta que “uno nunca deja esa
pasión”.
Gracias a esa
tan sana pasión, Ángel pudo ingresar en el mundo del arbitraje casualmente por
un vecino, que en ese entonces era un reconocido árbitro: Juan Carlos Crespi,
quien en lugar de servirle las respuestas a la curiosidad de Ángel, lo
inscribió en la Escuela de Árbitros, y en
el año 1980 comenzó ese largo camino para ser el “juez del fútbol”.
Para un árbitro
que dirigió 397 partidos
oficiales de AFA, siempre quedan recuerdos plasmados de partidos
memoriosos, y para Ángel “los
clásicos son los que más te dejan”, y recuerda su
primer Boca - River en el año ’98 (empataron 0-0) como “cuando se espera a la
primera novia”.
¿Qué significan los clásicos argentinos en la vida de un
árbitro?
Después del
fútbol argentino, para un árbitro llegar a destacarse a nivel sudamericano es
trascendental, Sanchez (Sudamericano Sub 17, Sub 20, Copa América
2001, y su primer Mundial Sub 20) no
estaba completo: “el
último y único objetivo que te falta a nivel internacional es el Mundial”,
por eso cuando el 7 de enero le avisan que era el árbitro
de la Copa del Mundo Corea Japón 2002, fueron muchas las sensaciones que pasaron
por la cabeza y corazón.
“Para el
periodismo o para el público nunca dirigís bien, siempre alguno se va a quejar”
afirma Ángel con respecto a las críticas que recibía, pero asegura que “el
respaldo y el apoyo de la familia es fundamental para un árbitro”.
El propio Ángel se encarga de repasar sus primeros pasos hacia el arbitraje:
Los recuerdos imborrables de su historia, en un museo. |
"Los clásicos son los que más te dejan" |
Partidos que nunca se van a olvidar |
Por lo bueno o lo malo: un árbitro reconocido por sus compañeros, el periodismo y las hinchadas. |
No hay comentarios:
Publicar un comentario