jueves, 21 de noviembre de 2013

Entrevista exclusiva: Omar Andres Narvaez

“Si no naciste para esto, es muy difícil llegar a ser alguien”





Un Huracán que arrasa con todo rival que se le pone enfrente, con los obstáculos de la vida y los momentos más arduos, es el vivo retrato de Omar Narváez, boxeador trelewense y Campeón Mundial SuperMosca de la OMB.





Omar Andrés Narváez nació el 10 de julio de 1975, en Trelew, una ciudad alejada de las grandes urbes, pero que vio crecer al niño que siempre tuvo como pasión el fútbol - jugaba en el Club Atlético Independiente- pero nunca imaginó seguir los pasos de su hermano Marcelo, aunque muy de a poco y desde abajo, comenzó a nacer “El Huracán”.


“A los 17 años le dije a mi papá que quería ser boxeador” son las primeras palabras que arroja Omar Narváez, cuando comienza a relatar su historia con el deporte y sus primeros pasos, un poco por pasión de su familia y otro por el ímpetu y la fortaleza que siempre lo caracterizó.




                           





Nacía un campeón...









Es un deporte que se debe tratar con respeto, así lo entendió Narvaez desde un principio: “Para mi el boxeo no eran dos tipos que se subían al ring y se pegaban”, ya desde chico le enseñaron que “una cosa era entrenar y otra muy distinta era entrar al ring y ver la realidad”.


Luchar desde abajo:




Los años pasaron, las peleas y las victorias llegaron: El “Huracán” arrasó con cada rival que le ponían enfrente, dentro del cuadrilátero nadie lo podía detener, y así fue como cosechó un total de 40 Ganadas (21 KOs), 1 Derrota (decisión) y 2 Empates, en el peso SuperMosca de la OMB (Organización Mundial de Boxeo)


Un 20 de octubre de 2012:

Gentileza: larazon.com.ar




Gentileza: Perfil.com


Otra definición posible podría ser la de “hombre récord”, porque logró superar en el año 2007 a Santos Laciar y Pascual Pérez (9 defensas), algo que nunca imaginó, aunque llegaría más: dos años después (2009) defendió por 15ta vez el título SuperMosca y de esta manera superó al eterno Carlos Monzón.

Gentileza: TyC Sports


El boxeador:




“Si no naciste para esto, es muy difícil llegar a ser alguien” se recuerda todos los días, porque sin dudas afrontó momentos duros pero los pudo sobrepasar como un verdadero campeón, y con el apoyo incondicional de su familia, amigos, hijos y toda una provincia que se siente orgullosa del gran boxeador.

Prohibido temer







Por siempre, argentino


lunes, 18 de noviembre de 2013

Entrevista exclusiva: Ángel Sanchez

Un Ángel, entre veintidós demonios



                             


“Un árbitro debe tener valentía y locura” 

Ángel Sanchez, ex árbitro argentino, destaca dos conceptos sobre su profesión: “en esos años (los primeros partidos que dirigió) me di cuenta que tenía el grado de valentía o locura que tiene que tener una persona para ser árbitro”, pero sobre todo lo destaca como una “superación de miedos”.




Ángel Sanchez nació el 3 de marzo de 1937, pero nunca creyó que su vida estaría ligada al fútbol, a través del arbitraje: Mi pasión por el fútbol comenzó desde chico, en aquella época el único regalo que podía tener un chico era la pelota, y uno empieza a jugar en la calle, en esa época con la de goma, la ‘pulpo’; y yendo a la cancha de Lanús, (club) del cual mi viejo y yo éramos socios”, cuenta Sanchez acerca de sus primeros acercamientos al deporte.



Cuando se le pregunta si volvería a elegir ser árbitro, su respuesta es contundente y sin preámbulos: “No, en absoluto. Elegiría ser jugador de fútbol. La pasión primera es el fútbol, y estar en un campo de juego con 22 jugadores y ser el único que no puede tocar la pelota, es horrible”.





Una pasión, inigualable:  



                                             

Sus primeros pasos los dio como jugador de Lanús en divisiones inferiores, aunque luego pasó por El Porvenir, Banfield y Temperley; pero la prioridad la tenía el estudio, y por eso fue dejando de lado a la “caprichosa” para sentarse con los libros, para poder recibirse de radiólogo, y como consecuencia afirma que “el fútbol pasó un poco a segundo plano” pero también resalta que “uno nunca deja esa pasión”.


Gracias a esa tan sana pasión, Ángel pudo ingresar en el mundo del arbitraje casualmente por un vecino, que en ese entonces era un reconocido árbitro: Juan Carlos Crespi, quien en lugar de servirle las respuestas a la curiosidad de Ángel, lo inscribió en la Escuela de Árbitros, y en el año 1980 comenzó ese largo camino para ser el “juez del fútbol”.


Para un árbitro que dirigió 397 partidos oficiales de AFA, siempre quedan recuerdos plasmados de partidos memoriosos, y para Ángel los clásicos son los que más te dejan, y recuerda su primer Boca - River en el año ’98 (empataron 0-0) como “cuando se espera a la primera novia”.

¿Qué significan los clásicos argentinos en la vida de un 
árbitro?


                         





Después del fútbol argentino, para un árbitro llegar a destacarse a nivel sudamericano es trascendental, Sanchez (Sudamericano Sub 17, Sub 20, Copa América 2001, y su primer Mundial Sub 20) no estaba completo: “el último y único objetivo que te falta a nivel internacional es el Mundial”, por eso cuando el 7 de enero le avisan que era el árbitro de la Copa del Mundo Corea Japón 2002, fueron muchas las sensaciones que pasaron por la cabeza y corazón.


“Para el periodismo o para el público nunca dirigís bien, siempre alguno se va a quejar” afirma Ángel con respecto a las críticas que recibía, pero asegura que “el respaldo y el apoyo de la familia es fundamental para un árbitro”.


El propio Ángel se encarga de repasar sus primeros pasos hacia el arbitraje:





El Museo del Angelito: una obra de amor de su esposa


Los recuerdos imborrables de su historia, en un museo.





"Los clásicos son los que más te dejan"





Partidos que nunca se van a olvidar






Por lo bueno o lo malo: un árbitro reconocido por sus compañeros, el periodismo y las hinchadas.

lunes, 11 de noviembre de 2013

Luis Alberto Spinetta

El Flaco, siempre en el corazón argentino...


Porque los grandes quedan en la historia, en el recuerdo, en una canción, una melodía o simplemente una frase; pero Luis Alberto Spinetta fue más que un grande, fue único y por eso vale la pena recordar sus mejores años, sus bandas y recitales; y no puede faltar su amistad con otro inigualable: Charly García.

1950: El 23 de enero nació Luis Alberto Spinetta, en Capital Federal; su infancia transcurrió en el barrio del "Bajo Belgrano", cerca de la cancha de River, de ahí su fanatismo por el "Millonario". Desde pequeño tuvo fluido contacto con la música, su padre cantaba tangos y su tío los abastecía de las últimas novedades musicales.

1967: Comenzó tocando en grupos con compañeros del colegio, donde formó la banda Almendra, junto con Emilio del Guercio, Edelmiro Molinari y Rodolfo García, con quienes grabó dos discos hasta separarse.



Y no se puede dejar de recordar al Flaco y esta gran canción:



1972: Editó su primer álbum con una banda trascendental: Pescado Rabioso, junto a Osvaldo "Bocón" Frascino en bajo (luego reemplazado por David Lebón), Black Amaya en batería y Carlos Cutaia en teclados.
Sus amigos, sus colegas, su banda: Pescado Rabioso

Tapa de su primer álbum

1991: Por tercera vez en cuatro años, El Flaco compuso el "Mejor Disco" del año: Pelusón of Milk; y la que se consideró la "Mejor Canción", Seguir viviendo sin tu amor.

2009: El 4 de diciembre, Spinetta encabezó un show histórico en el estadio de Velez Sarsfield, bautizado como "Spinetta y sus Bandas Eternas". Un recital que duró cinco horas y media, y por el que pasaron 31 músicos invitados; entre ellos, Charly García, Fito Paez, Ricardo Mollo, Juanse y Gustavo Cerati. 





Gracias por tanto:




La música la llevaron siempre en el alma: dos amigos, dos eternos. Dos únicos.


2012: Luis Alberto Spinetta falleció el 8 de febrero, a causa de un cáncer de pulmón, diagnosticado en julio de 2011.


Hasta siempre Flaco...